Mientras la llegada de la gripe aviar -o aviaria- es todavía incierta, hay una preocupación más tangible que se presenta cada invierno: el virus estacional de la influenza (el de la gripe que todos conocemos), que hoy por hoy es el que más infecciones y muertes ocasiona, y cuya mayor circulación ocurre en los meses más fríos. De allí que los especialistas recomienden no olvidar vacunarse.
«Afortunadamente, esta gripe -llamada «estacional»- puede prevenirse con una vacuna de probada eficacia, cuya composición varía cada año según las principales cepas de virus circulantes (ésa es la razón por la que hay que vacunarse todos los años). Hay que administrársela antes de la llegada de los primeros fríos para que el organismo tenga tiempo de crear inmunidad -dice el doctor Horacio López, director de la carrera de especialistas en infectología de la UBA-. El Estado elevó la compra de vacunas con respecto a años anteriores. Los afiliados al PAMI la pueden recibir gratis y muchas obras sociales y prepagas ofrecen la vacunación a los grupos de riesgo sin cargo o con descuentos.»
Para el experto, así se evitan complicaciones graves, como neumonía, deshidratación, empeoramiento de la insuficiencia cardíaca congestiva, el asma y la diabetes, entre otras.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las epidemias anuales de gripe afectan a entre el 5 al 15% de la población. En la Argentina, se calcula que las muertes pueden exceder las 2400.
Una aclaración: los virus de la vacuna están muertos. Luego de la aplicación, el organismo desarrolla anticuerpos contra la infección, un proceso que lleva de 10 a 14 días.
Fuente: lanacion.com