Hace 50 años, se fumaba en todos lados. En los bares, en las casas, en las oficinas, en las reuniones de amigos. Las estadísticas médicas, las leyes que prohibieron fumar en lugares cerrados y una voz cada vez más fuerte que ganaron los no fumadores cambiaron el consenso social. Ahora, para encender tabaco hay que salir a un lugar abierto. Con la actividad física pasó algo parecido: no hacer ningún tipo de gimnasia pasó a ser un disvalor. Es un signo de pasividad, de abandono y, se sabe, estar quieto puede despertar problemas de salud. ➺seguir leyendo…