Por Juan Alberto Martinengo E-mail: jamturismo@yahoo.com.ar
Qué son o qué dejan de ser los recuerdos… ¿Sólo deben ser de hace varios años atrás o lustros quizás para que sean recuerdos? La vida en sí cada segundo es un recuerdo, que se superpone sobre otro y sobre otro. Las personas a veces somos sólo recuerdos para los demás, una cara, un gesto, una actitud.
Lo que les relato a continuación no es de hace tiempo atrás, sino de hace sólo doce días atrás, una salida de pesca con amigos, con mucho frío. Pero nunca me ocurrió que mi mente se llenara de tantos buenos recuerdos y momentos.
Nos fuimos desde Paraná camino hacia Santa Elena, tras los pasos de vivencias de un amigo-compañero de trabajo. En todo el camino inundó este vehículo de anécdotas de su querida comunidad, el funcionamiento con todo del frigorífico, la cantidad de gente que trabajaba en el lugar, y muchas cosas más, como que hacía ya nueve años que no volvía a pescar embarcado en medio de algunos de los afluentes del majestuoso Paraná.
Llegamos a Santa Elena. Nos impactó la diferencia de lo indicado por mi amigo. Las imágenes que se venían por medio de sus recuerdos, se comenzaron a diluir: del frigorífico, sólo quedan edificios congelados como la mujer de LOT, pero con algunas promesas de una puesta en funcionamiento en algunos días, que de seguro se harán meses o años. Espero que no se convierta en una utopía mas de nuestro país.
La pobreza que se veía en algunas personas. Se contradecía con lo descrito, pero no dejaba de tener algo mágico, una esperanza que de seguro se escondería en los corazones de éstos, esperando un cambio en su vida.
Un viaje extraño, un momento con amigos, saboreando un buen vino, pescado fritos preparados por el cocinero del grupo, anécdotas, risas, y muchas cosas más que regaron estos gratos momentos.
Agradezco los recuerdos traídos por mi amigo, porque nos permitieron vivir una parte de la vida de él. Fue un momento casi mágico, único e incomparable. Estuvimos conectados todos a través de los relatos y recuerdos de alguien que ama muchísimo al pueblo en donde nació y se crió.
Gracias Pueblo a Pueblo, por permitir fluir los recuerdos de tiempo atrás, como también los más cercanos. Gracias por permitirnos ser no sólo recuerdos como argentinos, sino ayudarnos a reflejar el por qué de sentirnos argentinos, tanto en el pasado como en el presente.